Filólogo hispánico con máster en formación del profesorado en ESO y Bachillerato en la especialidad de Lengua Castellana y Literatura, David Camacho es el creador de dos iniciativas con las que ha apostado por la gamificación educativa: Concurso de rapsodas y Desafío morfológico.
Como docente imparte clases en todos los cursos de ESO del Colegio Natividad de Nuestra Señora y el Colegio Reggio Explora, ambos en Madrid, centros en los que aboga por convertir a sus estudiantes en auténticos rapsodas y expertos en Morfología. ¿Cómo? Sí, has acertado. A través de sus dos propuestas basadas en retos y recompensas, que han tenido una gran aceptación.
Gamificación educativa: ¿por qué funciona?
Como docente aseguras que la gamificación educativa ha sido todo un descubrimiento profesional y personal. ¿Dónde crees que radica su importancia?
Creo que la importancia de la gamificación radica del hecho de que a todo el mundo nos gusta jugar, perseguir unos objetivos en el juego y ganar. Y si a todo eso le sumas que es una herramienta, que no metodología, que un docente puede aplicar en sus clases y comprueba que sus alumnos se interesan y se motivan con su asignatura, pues es la combinación perfecta para darle una vuelta a la manera de enseñar.
En un panorama educativo que se reinventa constantemente, ¿qué aportan las metodologías innovadoras a docentes, padres y alumnos? ¿Es importante el trabajo en equipo de la comunidad educativa para desarrollarlas con éxito?
Al docente le aporta una forma de reinventarse con el fin de mejorar sus clases, además pienso que ese debe ser el objetivo de todo docente año a año. A los padres les aporta el hecho de ver a sus hijos e hijas motivados y compartiendo en casa qué cosas chulas hacen en clase, cosa que en un adolescente no es nada fácil. Y a los alumnos les aporta una nueva forma de aprender y de alcanzar los objetivos de cada materia fomentando el trabajo autónomo y en equipo a la que vez que se aprovecha el tiempo de clase al máximo.
Por supuesto que es importante el trabajo en equipo de la comunidad educativa para desarrollar con éxito las metodologías innovadoras dado que, en el caso de que hagas un proyecto que incluya innovación educativa a nivel interdisciplinar, necesitas de la organización y coordinación con tus compañeros docentes para llevarlo a cabo y que al final lo que reciba el alumno sea un trabajo pautado, organizado y medido. De lo contrario, un proyecto de innovación que no cumpla lo anterior irá en detrimento del aprendizaje de los alumnos; y eso es lo último que pretenden dichas metodologías.
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Tu proyecto ‘Concurso de Rapsodas’ busca convertir a los alumnos en auténticos recitadores haciendo, entre otras cosas, que pierdan el miedo a comunicar el público. ¿Cómo está siendo su aceptación entre los estudiantes?
La verdad que sorprendido por el entusiasmo que le ponen, lo primero. Y lo segundo, a nivel de lo que pretende curricularmente esta gamificación, muy contento porque mejoran en expresión oral a la hora de recitar poemas, ejercitan la memoria, investigan y seleccionan los poemas que más les gustan del autor que yo les proponga y se apoyan entre ellos cuando tienen que salir al frente de los compañeros a recitar porque se ponen bastante nerviosos.
Expresión oral, desarrollo de la memoria, literatura… Trabajas diferentes aspectos con esta propuesta. ¿Cuáles dirías que son las principales habilidades o competencias que potencia esta herramienta?
Con ‘Concurso de rapsodas’ me planteé el objetivo de crear algo que les hiciera perder el miedo a comunicar en público y a que, cuando lo hicieran, lo hiciesen de forma correcta ya que el día de mañana tendrán que enfrentarse a una entrevista de trabajo, como mínimo, o a una conferencia, una rueda de prensa o un discurso importante allá donde mis futuros alumnos trabajen. Por ello, creo que la competencia fundamental que se trabaja en esta gamificación educativa es la de saber comunicar en público y perderle el miedo a hacerlo, dado que vivimos en la era de la comunicación y de la información por excelencia.
Una de tus iniciativas más recientes es ‘Desarrollo morfológico’ en la que, a través de diferentes retos, tratas de conseguir que los alumnos se sientan atraídos por el aprendizaje y análisis de las categorías gramaticales. ¿Funciona?
¡Ya ves que si funciona! Es la gamificación más reciente que tengo y, de nuevo, confía en los alumnos y te acabarán sorprendiendo. Están enganchados a los retos que son análisis morfológicos de palabras de toda la vida, pero que si les pones una bonificación cada 5 retos y el misterio de tener que conseguir una contraseña para alcanzar el siguiente nivel, se ponen a hacerlos como locos y están practicando morfología casi de forma inconsciente, jajaja… Así que estoy muy contento porque a la hora de aprender Morfología, la clave es practicar mucho y aprender de los fallos entendiéndolos.
Los premios, en ambos casos, son de lo más atractivo: apuntes en el examen, eliminación de una pregunta en el mismo… ¿han perdido los estudiantes de ahora la cultura del esfuerzo de antaño si no hay en el horizonte una recompensa o, sencillamente, hay que proporcionarles otras motivaciones?
No creo que, en general, los estudiantes hayan perdido la cultura del esfuerzo y digo “en general” porque siempre nos vamos a encontrar en clase con alumnos que no quieren trabajar absolutamente nada. Pero hasta a los más aplicados se les hace monótono llegar a clase y que la metodología sea siempre la misma, hablo de la clase magistral. Por ello, en el momento en el que les cambias un poco los esquemas, se activan y se esfuerzan en hacerlo mejor si la motivación es una recompensa más allá del resultado de un examen o de la nota de evaluación como hasta ahora. Y de esta forma, hasta los que no trabajan absolutamente nada, algo, por mínimo que sea, vas a ver que lo acabarán haciendo.
Profesores ludificadores: ¿quién inspira a David Camacho?
¿Cuáles han sido o son tus principales apoyos para trasladar la ludificación a tus clases? ¿Cómo llegaste hasta estas prácticas?
Pues la persona que me descubrió hace tres años el mundo de la gamificación fue mi estimado compañero de trabajo y amigo José Carlos Arranz del Colegio Natividad de Nuestra Señora (Madrid). Fue por él por el que descubrí otras herramientas y metodologías y, además, me adentré en el mundo Twitter (@DavidCamachoPrf) como docente para seguir aprendiendo y conociendo lo que hacen otros profesores innovadores. Además, este año comencé a trabajar en el Colegio Reggio Explora (Madrid) donde tengo la suerte de trabajar con gente de referencia en el mundo de la innovación educativa a nivel nacional como lo son Javier Espinosa, Moisés Llorente o Salvador Carrión.
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Es un honor y placer aprender cada día de todas las personas que he mencionado y hacer equipo con ellos para transformar la educación de nuestro país y aprovecho para explicar que no hace falta irse a Finlandia o Estados Unidos para conocer proyectos educativos innovadores muy buenos de gente muy buena: ¡los tenemos aquí!
Además, quiero dar las gracias a los dos centros en los que trabajo porque en ambos cuento con toda la libertad en mis clases para innovar y trabajar la metodología que desee con mi alumnado; y a todos los profesores de claustro, sean o no innovadores, porque de todos aprendo un montón de diferentes aspectos de la vida de un colegio.
Los alumnos tienen ‘trabajo’ con tus iniciativas de gamificación educativa, pero ¿qué nuevos retos tiene en mente David Camacho?
Pues no paro. No he acabado uno y ya estoy pensado por donde puede ir el siguiente proyecto. Estoy pensando en hacer algo con la ‘Generación del 27′ más basado en aprendizaje basado en proyectos (ABP) y gamificar algo con Sintaxis muy similar a ‘Desafío morfológico’, para hacer a los estudiantes más accesible y dinámico el estudio de la Sintaxis del español.
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¿Qué otras experiencias similares a las que has desarrollado recomendarías a los #realinfluencers? ¿Hay alguna que te haya servido de inspiración?
Pues recomiendo el canal de YouTube de un compañero de asignatura como lo es Quique Castillo (@QqCastilloLCL ) en el que va subiendo vídeos tipo flipped classroom de Lengua castellana y Literatura muy chulos.
Me ha servido de inspiración el trabajo de mi compañero Moisés Llorente en sus clases de Matemáticas con los retos que luego yo llevé a cabo en ‘Desafío morfológico’ adaptándolo al aprendizaje de nuestra Morfología.
Aunque se practica en muchos centros aún hay quienes muestran cierto escepticismo en la fórmula de la ludificación como parte del proceso pedagógico. ¿Qué les dirías?
Pues yo les diría que probasen con un proyecto ya creado si aún no se ven capaces de crear uno o les da pereza. Pueden entrar en la Wiki de Gamifica tu Aula y elegir por curso y materia el proyecto, que lo lleven a cabo porque no muerde y seguro que solo el ver la emoción y las ganas que provocan en los alumnos estas herramientas y metodologías innovadoras, les hará cambiar de opinión. Al fin y al cabo trabajamos por y para los alumnos; creo que estamos en el deber de reinventarnos y ofrecerles la mejor versión de la educación que vayamos teniendo con el fin y la responsabilidad de prepararlos lo mejor posible para el mundo en el que les tocará vivir y trabajar.
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