La Escuela de Aprendizaje Colaborativo surge como consecuencia del empoderamiento y reencantamiento de la docencia.
Con el cambio cultural y avance tecnológico, los estudiantes y profesores están desencantados. Están experimentando la tensión de la dualidad entre “sociedad y escuela”. Esto requiere una nueva forma de educar. No es sostenible un profesor que sabe todo y lo explica a unos estudiantes que no saben.
Hay que cambiar el modelo educativo y generar una educación integral. Que entusiasme y eleve el pensamiento, las emociones, la creatividad y la espiritualidad de los estudiantes.
Los profesores se dan cuenta que la enseñanza no está teniendo el impacto esperado. Además, se enfrentan a nuevos retos como la inclusión, irrupción tecnológica, urgencia de pensamiento crítico, creatividad y colaboración. Este hecho es el que nos plantea el siguiente interrogante:
¿Cómo preparamos a nuestros estudiantes para poder aportar y contribuir en este ambiente?
La Escuela de Aprendizaje Colaborativo (EAC) surge como consecuencia del empoderamiento y reencantamiento de la docencia. Busca conseguir alumnos entusiasmados y protagonistas de su aprendizaje. Así como profesores con un rol de tutores que sean diseñadores de experiencias de aprendizaje. Por último, se pretende lograr la participación de la familia, la introducción de metodologías innovadoras y la inclusión de la tecnología al servicio del aprendizaje.
Los profesores, de forma colaborativa, definen el reto de innovación pedagógica de su centro educativo, acorde a su realidad y contexto.
Para aprender esta forma de enseñar, los profesores han de aprender lo que necesitan para transformar su aula. De la misma forma que quieren enseñarlo a sus estudiantes: experimentando y haciendo.
¿En qué consiste la propuesta de la EAC?
Nuestra propuesta se sustenta en proveer de medios y herramientas para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Desarrollar competencias que permitan a los centros educativos, docentes y directivos mejorar su práctica educativa a través de un trabajo colaborativo y contextualizado. Y finalmente, reconociendo la diversidad presente en nuestras aulas.
En pocas palabras, se puede decir que transmitimos un paradigma, no un método. La base es el entusiasmo y re-encantar a los docentes, no la imposición. Generamos masa crítica de profesores y directivos innovadores en la escuela. En definitiva, enseñamos modelando desde el hacer, el pensamiento y las decisiones de los docentes.
¿Cuáles son los objetivos de la Escuela de Aprendizaje Colaborativo (EAC)?
El objetivo principal de la EAC, es movilizar el cambio cultural en las escuelas, a través de la innovación pedagógica y el aprendizaje colaborativo, para mejorar la calidad de los aprendizajes, la convivencia, y facilitar que los docentes con sus directivos se apropien de los principios esenciales. Así iniciar un proceso gradual de cambio pedagógico, hacia una educación más adecuada y pertinente para el siglo XXI.
Además, se persiguen los siguientes objetivos específicos:
- Generar espacios de apropiación, donde grupos de directivos y profesores trabajen de forma colaborativa. Que definan el reto de innovación pedagógica de sus escuelas, acorde a su realidad y contexto.
- Diseñar e implementar proyectos de innovación pedagógica y trabajo colaborativo en las escuelas. Orientados en el fortalecimiento de las competencias del siglo XXI.
- Establecer una red de colaboración entre escuelas, directivos y docentes, para conducir los procesos de cambio, innovación y mejora educativa.
¿Cómo funciona la EAC?
Se reúnen en la Escuela de Aprendizaje Colaborativo, los grupos de profesores y directivos (10-12 por escuela), quienes viven una experiencia de trabajo colaborativo durante 12 meses, en 4 fases.
Las 3 primeras fases son presenciales. Todos los profesores y directivos junto con los tutores se reúnen en un espacio común que acompañan este camino de fortalecimiento. Por último, se da la cuarta fase de implementación. Ésta se realiza en cada centro, donde acompañamos los proyectos.
Para la implementación se incorporan las habilidades y competencias del sigo XXI, los objetivos de aprendizaje del currículum nacional y las metodologías colaborativas. Estas metodologías serán definidas por los docentes en función de la enseñanza de dichas competencias y objetivos de aprendizaje.
Con todos estos elementos, se diseñan las secuencias de aprendizajes o proyecto ABP colaborativo. Deberán implementarse en los niveles y asignaturas definidas por el mismo grupo.
Las fases son:
En paralelo, se realiza un trabajo con los directivos para apoyarles en la gestión de las personas, espacios, tiempos y recursos necesarios. Así favorecer la innovación y la correcta implementación de los proyectos .
En estos tres años de trabajo, en la EAC se han formado más de 1.000 docentes en Chile. Esto significa que más de 21.000 estudiantes han experimentado estos nuevos procesos de aprendizaje.
¿Qué ventajas consideras que tienen el uso de las TICS en las aulas?
El uso de TICs es una poderosa herramienta para fortalecer la labor pedagógica que se desarrolla en el aula. Nos exige, como educadores, a ser mejores profesionales para aprovechar este tremendo recurso en nuestra tarea cotidiana.
Nos permite optimizar tiempos. Además, nos ofrece mayores canales y alternativas para que ocurra el mejor aprendizaje posible.
¿Qué puede aportar la tecnología a las metodologías activas?
El uso de la tecnología es un elemento diferenciador. En Chile, hoy en día, es un desafío relevante para los educadores. Los docentes deben saber utilizarlas de la mejor forma posible, así como incluirlas en el proceso pedagógico que se realiza con los estudiantes.
Un correcto uso de las metodologías activas puede facilitar roles más activos e intencionados en el interior del aula.
¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de diseñar un proyecto de ABP?
Desde nuestra experiencia, hemos constatado que, hay que potenciar el criterio pedagógico en la toma de decisiones de los docentes. Saber para qué se quiere realizar un proyecto ABP. Ese es uno de los elementos diferenciadores que encamina de muy buena forma su resultado.
Para que ABP tenga el mejor impacto posible es recomendable que exista una clara motivación de los docentes involucrados. Se debe considerar al estudiante como centro del proceso, con un rol activo. Y los docentes con un rol de mediador y facilitador de experiencias únicas de aprendizaje.
Un proyecto ABP tiene que invitar al desafío constante de los estudiantes. Respondiendo a una problemática real (global, nacional o local) y que sea útil o pertinente para los estudiantes.
¿Cómo ves el futuro de la educación en Chile?
En Chile se están realizando varias acciones para fortalecer la educación. Tanto a nivel de Estado, como otros factores a nivel de país.
Esto pone en evidencia la relevancia que se tiene sobre este aspecto. Como pilar fundamental, hay que continuar avanzando en nuestro camino de desarrollo del país. Es importante, ya que la tarea es amplia y se requieren muchísimos esfuerzos.
¿De qué manera puede la educación generar cambios positivos en la sociedad?
Somos conscientes que la educación es una de las fuerzas impulsoras primordiales para lograr un mejor desarrollo. Ciudadanos mejor preparados, tanto para afrontar el presente como el futuro.
Aprender a trabajar con otros, conectar con uno mismo, tener capacidad para adaptarse, afrontar situaciones con creatividad y pensamiento crítico. Esto les permitirá decidir y convivir en un mundo cada día mejor.
¿Por qué es tan importante el rol del docente?
Se estima que, un profesor a lo largo de su carrera enseña a 2.000 niños (en básica) y 6.000 jóvenes (en media). Por lo que, la influencia que puede ejercer cada docente, resulta crucial para las perspectivas de desarrollo del país.
Su rol es primordial para promover procesos de cambio educativo, que permitan llevar a cabo estas transformaciones tan necesarias.
Un sistema educativo, será tan bueno como lo sean sus docentes.