¿Cuáles son los principios y enfoques sobre los que se sustenta la Nueva Escuela Mexicana? ¿Y cómo llevar efectivamente la Nueva Escuela Mexicana a la práctica docente? Te contamos algunas estrategias y herramientas para poder llevar al aula.
La Nueva Escuela Mexicana, mejor conocida como NEM, es un proyecto que busca transformar el sistema educativo en México. Según la página del Gobierno del Estado de México, es una «propuesta pedagógica que tiene por objeto alcanzar la equidad y la excelencia en educación, para lo cual coloca al centro de la acción pública el máximo logro de aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes».
El objetivo de esta reforma educativa es promover el aprendizaje de excelencia, inclusivo, pluricultural, colaborativo y equitativo a lo largo de todo el trayecto de la formación.
Muchos de los cambios que traen la NEM se deben a que el proceso educativo que se usaba hasta la actualidad, que abarca desde los 3 hasta los 23 años, carece de una continuidad pedagógica. Esto se puede ver reflejado en la deserción escolar de los últimos 20 años: de cada 100 niñas y niños en primaria, solo 88 pasan a secundaria, 70 ingresan al medio superior, y de ellos únicamente 24 terminan el bachillerato. Técnicamente, menos del 70% de los mexicanos logran terminar una carrera universitaria.
Para comprender la Nueva Escuela Mexicana, se debe entender a la educación como un proceso que abarca toda la vida, con conceptos como el aprendizaje permanente, la actualización continua, una enseñanza de calidad y un proceso educativo integral. Veamos algunos principios sobre los que se apoya esta reforma.
Algunos de los principios y enfoques clave que propone la NEM
- Aprendizaje significativo: Se busca fomentar un aprendizaje que sea relevante y significativo para los estudiantes, conectando los contenidos curriculares con su realidad y promoviendo la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos.
- Enfoque centrado en el estudiante: La Nueva Escuela Mexicana busca poner al estudiante en el centro del proceso educativo, reconociendo sus necesidades individuales y fomentando su participación activa en el aprendizaje. Se pretende promover un enfoque más integral que considere el desarrollo de habilidades socioemocionales, así como el aprendizaje académico.
- Flexibilidad curricular: La Nueva Escuela Mexicana propone un currículo más flexible, que permita adaptarse a las necesidades y contextos de los estudiantes. Se promueve la interdisciplinariedad y se busca integrar los conocimientos en proyectos y actividades que aborden problemáticas reales.
- Evaluación formativa: Se propone una evaluación más integral y formativa, que vaya más allá de la calificación numérica. Se busca que la evaluación sea una herramienta para retroalimentar el aprendizaje y apoyar el desarrollo del estudiante. Además, que considere el desarrollo de habilidades, competencias y valores.
- Participación de la comunidad educativa: Se busca fortalecer la participación de padres, madres, maestros y otros actores de la comunidad en el proceso educativo. Se promueve la colaboración y el trabajo en equipo para mejorar la calidad de la educación.
¿Cómo integrar estos principios en la labor docente?
1. Llevar a cabo la evaluación formativa a través de estrategias
La evaluación formativa se enfoca en el proceso de aprendizaje, y no sólo en los resultados finales. De esta manera, es importante que, como docente, utilices diversas herramientas de evaluación de manera constante que te permitan conocer el proceso de aprendizaje de tus estudiantes y puedas brindar retroalimentación a tus alumnos de manera regular.
Hay que tener en cuenta que hay que evaluar tanto el proceso de aprendizaje como el proceso de enseñanza . Según el docente Javier Gaviño, «muchas veces se confunden estos dos términos, enseñar no implica aprender. En el proceso de enseñanza, la responsabilidad recae sobre nosotros pero el proceso de aprendizaje es un proceso interno del alumno, y cada alumno puede aprender de una forma diferente».
Algunos instrumentos de evaluación
- Observación: es una herramienta fundamental para la evaluación formativa, ya que permite conocer el desempeño de tus estudiantes en el aula y en situaciones reales.
- Retroalimentación: permite brindar información a tus alumnos sobre su desempeño y su proceso de aprendizaje.
- Portafolios de evidencias: sirven para recopilar y evaluar el trabajo de tus estudiantes a lo largo del tiempo, para conocer su proceso de aprendizaje y su evolución.
- Rúbricas: con esta herramienta puedes evaluar el desempeño de tus estudiantes de manera objetiva y clara, además de que propicia que conozcan tus expectativas y los criterios de evaluación.
2. Aumentar las estrategias de personalización del aprendizaje
La NEM busca que los docentes puedan apropiarse y resignificar el currículo para crear nuevas formas de enseñanza y aprendizaje que se adapten a las necesidades y características de cada estudiante, así como al entorno en que viven.
Esto implica una personalización de la enseñanza, en la que tomes en cuenta el ritmo de aprendizaje, los intereses y las habilidades de cada estudiante. Y las metodologías empleadas deben promover la participación activa de los alumnos en el proceso de enseñanza, de forma que tengan oportunidades para explorar y descubrir el conocimiento por sí mismos.
Algunas metodologías
- Aprendizaje basado en proyectos (ABP): El ABP involucra a los estudiantes en proyectos significativos que les permiten investigar, explorar y aplicar conceptos en contextos reales. Permite que los estudiantes trabajen a su propio ritmo y profundicen en áreas que les interesen.
- Aprendizaje diferenciado: Esta estrategia implica ajustar los materiales, las actividades y las evaluaciones para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes. Puede implicar proporcionar diferentes niveles de dificultad, adaptaciones o recursos adicionales según las habilidades y estilos de aprendizaje de los estudiantes.
- Tutorías y mentorías: Establecer tiempo para tutorías individuales o mentorías grupales permite que los estudiantes reciban atención personalizada y orientación adicional en áreas donde lo necesiten. Los tutores o mentores pueden ayudar a los estudiantes a establecer metas, resolver dudas y brindarles apoyo emocional.
- Uso de tecnología educativa: La tecnología puede ser una herramienta poderosa para personalizar el aprendizaje. Los programas y aplicaciones educativas adaptativas pueden ajustar el contenido y las actividades según el nivel de competencia de cada estudiante.
- Aprendizaje autodirigido: Fomentar la autonomía y la autorregulación en los estudiantes les permite tomar decisiones sobre su propio aprendizaje. Esto implica establecer metas, planificar y gestionar su tiempo, y evaluar su propio progreso. Los docentes pueden actuar como facilitadores y guías en este proceso.
3. Fomentar un aprendizaje participativo y cooperativo
Otro de los enfoques de la NEM es la flexibilidad curricular. En primer lugar, se trata de debilitar los aislamientos entre las asignaturas, a la vez que dar lugar a nuevas formas de articulación de los contenidos y su mayor integración en el estudio de los problemas.
En segundo lugar, la flexibilidad curricular tiene una incidencia en la organización y actualización académica de los docentes. Además, se busca integrar las asignaturas con las TIC. Y, por último, un currículo flexible está asociado a los propósitos de un aprendizaje socializado, participativo y cooperativo, donde la unidad organizativa de los estudiantes puede ser el trabajo en equipo y les ayude a comprender cómo los conocimientos se entrelazan en la vida real.
Aquí les dejamos algunas estrategias para fomentar un aprendizaje participativo y cooperativo con interdisciplinariedad entre asignaturas:
- Proyectos interdisciplinarios: Diseña proyectos que aborden una problemática o tema complejo y requieran el uso de conocimientos y habilidades de diferentes asignaturas. Fomenta la colaboración entre los estudiantes de distintas áreas, promoviendo la investigación, el análisis y la aplicación de conocimientos en un contexto multidisciplinario.
- Trabajo en equipos heterogéneos: Organiza a los estudiantes en equipos heterogéneos, que incluyan a personas con habilidades y conocimientos diversos. De esta manera, se fomenta la colaboración y el intercambio de ideas entre los estudiantes, promoviendo la interdisciplinariedad y el aprendizaje mutuo.
- Planificación y evaluación conjunta: Invita a los docentes de diferentes asignaturas a colaborar en la planificación de actividades y evaluaciones. También, puedes identificar puntos de conexión entre los contenidos y las habilidades de las asignaturas y diseñar actividades conjuntas que permitan a los estudiantes aplicar y relacionar lo aprendido.
- Uso de recursos y ejemplos interdisciplinarios: Utiliza ejemplos y recursos que muestren cómo los conceptos y habilidades se aplican en diferentes disciplinas. Fomenta la discusión y el análisis de cómo los conocimientos se entrelazan y se relacionan en situaciones de la vida real.
- Aprendizaje basado en problemas: Plantea problemas o desafíos complejos que requieran una aproximación multidisciplinaria para resolverlos. Los estudiantes pueden trabajar en equipos, investigar, analizar y proponer soluciones desde diferentes perspectivas disciplinarias.
- Intercambio de experiencias entre docentes: Organiza espacios de intercambio y colaboración entre docentes de diferentes asignaturas. Fomenta la discusión sobre cómo integrar los contenidos y las habilidades en el aula, compartiendo buenas prácticas y recursos.
¿Qué otras estrategias y herramientas conoces para llevar la Nueva Escuela Mexicana a la práctica docente en el aula?