Existe un debate recurrente alrededor del papel que desempeña la tecnología en la vida de los más jóvenes. Las herramientas digitales son imprescindibles en el día a día de las nuevas generaciones (millennials y generación Z, la primera nacida en la era de Internet) y lo seguirán serán en su futuro. El lenguaje digital es para ellos algo natural. Pero ser nativo digital no es sinónimo de saber hacer un uso responsable de la tecnología. Es necesario alcanzar un equilibrio entre lo digital y lo analógico.

Toda persona necesita, especialmente en edades tempranas, recibir estímulos diferentes de los digitales que activen otras áreas del cerebro. Es durante los tres primeros años de vida de un niño cuando se desarrollan sus capacidades lingüísticas, emocionales y sociales, periodo en el que es de máxima importancia la interacción cara a cara, pues es así como se aprende sobre las emociones y su regulación. Tecnología sí, pero de manera equilibrada.


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Otro tema muy debatido en torno al uso de la tecnología por parte de los más pequeños de la casa es la edad por debajo de la cual no es conveniente exponer a un niño a un exceso de estímulos digitales. Directamente relacionado con lo expuesto en el párrafo anterior, algunos expertos coinciden en que, por debajo de los tres años, un uso excesivo puede afectar al desarrollo social y emocional, pues el cerebro no está preparado para procesar tantos estímulos de manera rápida.

Avanzando hacia la adolescencia, una de las principales preocupaciones de los padres es no poder controlar qué hacen sus hijos con sus dispositivos electrónicos, pues a partir de ciertas edades se muestran menos dispuestos a compartir su intimidad con ellos. Según datos recogidos en la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares 2015 (pdf), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, un 90,8% de los niños de 10 usan el ordenador, un 88% Internet y un 29,7% disponen de un teléfono móvil. Moviéndonos a la franja de los 15 años, las cifras aumentan: 96,3%, 94,8% y 90,9%. Si hacemos una media, un 95,1% de los niños y adolescentes entre 10-15 años utiliza el ordenador habitualmente; un 93,6 tiene acceso a Internet y un 67% dispone de un móvil, cifras que suponen un aumento de 3,5 puntos con respecto a 2014.

Gráfico de elaboración propia a partir de datos del INE

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5 consejos para educar a tu hijo en el uso de la tecnología

1 – Establece tiempos de uso

Como ya hemos comentado, la tecnología ocupa y ocupará un papel protagonista en la vida de tu hijo, por lo que no sería lógico intentar alejarle de ella. Pero es necesario que comprendan que hay momentos en los que la tecnología no es necesaria. Te proponemos, por ejemplo, que, durante la comida y la cena, todos dejéis vuestro teléfono móvil fuera de la mesa. También te proponemos que, si estáis viendo una película juntos, te asegures de que nadie está usando su smartphone.

2 – Evita que tus hijos se vayan a dormir acompañados de dispositivos electrónicos

La hora de irse a dormir implica precisamente eso, dormir. Todos necesitamos descansar, especialmente los más pequeños. Si permite que se vayan a la cama llevando un dispositivo debajo del brazo, te arriesgas a que lo enciendan tan pronto te des la vuelta y salgas de la habitación. Tu hijo no descansará y eso acabará afectando a su humor, su rendimiento y su desarrollo

3 – Fomenta la realización de actividades culturales, deportivas o al aire libre

Las personas socializamos interactuando con otras personas. Y si bien es cierto que las nuevas tecnologías de la comunicación abren nuevos caminos a esta socialización, lo digital no puede sustituir lo humano, el contacto cara a cara. Anima a tu hijo a emprender actividades fuera de casa en las que entre en contacto con otros niños. Si está entretenido, no sentirá la necesidad de salir corriendo a comprobar las notificaciones de su móvil.


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4 – Respeta su intimidad, pero enséñales a cuidarla

A partir de ciertas edades, habrá cosas que tus hijos no querrán compartir ciertos aspectos de su vida privada. Es normal y no tiene por qué ser malo. Tienen derecho a la intimidad, y debes respetarla, pero ellos deben entender que para poder confiar debes ser consciente de en qué redes están y para qué. No des por sentado que tus hijos saben hacer un uso responsable de la tecnología porque consideras que son muy maduros. Asegúrate de ofrecerles guía en el uso de las nuevas herramientas tecnológicas, sus beneficios, límites y riesgos.

5 – Da ejemplo

Lo habrás oído mil veces, pero los niños son esponjas, especialmente a edades tempranas. Así que si no sueltas el teléfono, la tablet o el ordenador, ¿cómo esperas que lo hagan tus hijos? Sabemos que muchos padres se llevan el trabajo a casa y que en una época tan marcada por la tecnología como es la nuestra es difícil desconectar, pero te pedimos que encuentres un momento para apagar las pantallas.