Con el comienzo del nuevo año escolar regresan los retos para padres y alumnos a la hora de interrumpir las vacaciones y lidiar con la ansiedad del regreso a la rutina. Os dejamos algunos consejos que hemos recopilado de parte de docentes y expertos del sector educativo para hacer frente a la vuelta al cole, más allá de las compras de libros de texto y otros materiales que suelen mantener a los padres ocupados en esta época.

De acuerdo con maestros y pedagogos, uno de los aspectos más importantes en estos momentos es transmitir a los niños la necesidad de cambiar del modo de ocio al modo de trabajo.

1. (Re)establece horarios de dormir y despertar

Los días de ir a la cama más tarde y dormir buena parte de la mañana se terminaron. Los educadores dicen que los padres deben reponer los horarios de sueño de sus hijos por lo menos una semana antes del primer día de clase. Restablecer los patrones de sueño de los niños ayuda a asegurar un rendimiento escolar óptimo.

Para facilitar este ajuste es también conveniente dar ejemplo. Es decir, levantarse unos 15 minutos antes de la hora de alarma de los niños y ayudarlos con su despertar. Ver a sus padres listos para empezar el día hace que ellos mismos se preparen más rápido, con menos quejas y estrategias de procrastinación.


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2. Fomenta la responsabilidad

Comprar una pizarra pequeña para su dormitorio en la que ellos escriban – es muy importante que lo hagan ellos – su horario establecido y una lista de lo que tendrán que llevarse al colegio todos los días facilita la ejecución de las tareas y les responsabiliza por su éxito o su incumplimiento.

Sobre todo para los estudiantes de secundaria, conviene compaginar el horario de actividades extracurriculares lo más completo posible desde el inicio de curso. Esta estructura es clave y es importante que entren en una rutina desde el principio.

La seguridad en la escuela es no solo responsabilidad de docentes y directivos pero también de los padres.

3. Establece metas

Reflexiona sobre el último año escolar con tus hijos. Pídeles que revisen lo que han aprendido, que más les gustaría aprender en el año que ahora empieza y cuáles son las asignaturas que más les entusiasman y más les preocupan. Esto los reenfoca y los motiva, poniéndolos en el estado de ánimo adecuado antes de entrar en el aula.

En este momento del año el estudio tiene que ser la prioridad número uno: prestar atención en clase, tomar el tiempo para completar cuidadosamente las tareas asignadas y hacerle preguntas al maestro si hay dificultad para comprender una lección.

4. Contacta con el profesor

Independiente de que sea el mismo profesor del año anterior o uno nuevo, siempre es buena idea reanudar la relación con los maestros. Certificarse que los medios de contacto (teléfono, email, etc.) se mantienen y mostrarse disponible para hablar con ellos es la mejor forma de garantizar que te enterarás de cualquier problema o dificultad lo antes posible y así manejarlo con el menor esfuerzo y consecuencias para todos los involucrados.

5. Participa en su currículo

Interesarse por su día en la escuela es más importante en esta fase de comienzo de curso que en cualquier otro período del año. Especialmente si se trata de un cambio de colegio o clase, preguntar sobre el trabajo en clase, los nuevos profesores y las interacciones con compañeros es clave para entender cómo van las cosas y prevenir posibles problemas.

Varios pedagogos advierten de que el clásico «¿Qué tal ha ido el cole hoy?» no es la mejor forma de comunicar y obtener información relevante sobre lo que realmente está pasando. Más abajo encontrarás una infografía en la que recogemos algunas preguntas alternativas para entender mejor el nivel de adaptación de los niños al nuevo año escolar.

6. Recordad protocolos de llegada y salida de la escuela

Si tus hijos ya tienen edad para caminar solos a la escuela es siempre positivo identificar una ruta segura y caminar con ellos un par de veces por adelantado, mientras les explicas la necesidad respetas los semáforos y ver el tráfico. Lo mismo debería hacerse si tienen que coger el transporte público.

Si tus hijos tienen smartphone y suelen llevárselo al cole merece la pena revisar los permisos y las apps que tienen instaladas en el equipo.

7. Ajusta la dieta en casa

El verano es un período para relajarse y permitirse algunos excesos. Por esa razón es importante recuperar alguna disciplina a la hora de comer en los días anteriores a la vuelta al cole. Varios nutricionistas sugieren que se reduzca la ingestión de proteínas y dulces azucarados sustituyéndolos por verduras, carbohidratos variados y fruta.

Es una buena idea involucrarlos en estas decisiones – sobre todo en lo que respecta al desayuno – para que no haya un efecto de sorpresa y/o rechazo por las mañanas, lo que puede complicar los indices de ánimo y paciencia a lo largo de la jornada.


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8. Limita el «tiempo de pantalla» diario

Esta generación, ya apodada Touch o iGen, vive de lo digital y no va a ser fácil hacerlos cumplir con la disciplina de reducir el uso de móviles, tabletas y ordenadores en los días anteriores al inicio de curso. Efectivamente, de acuerdo con las estadísticas, es probable que hayan pasado sus vacaciones dedicando más tiempo a mirar una pantalla que haciendo cualquier otra actividad. Sin embargo, hay que hacer un esfuerzo para que reduzcan el tiempo de uso de equipos electrónicos y empiecen a consumir contenidos más compatibles con el trabajo escolar. Es especialmente importante restringir su tiempo de pantalla a las horas de luz para asegurar un acostar más tranquilo y una noche de sueño sin interrupciones.

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9. Revisa el smartphone de tus hijos

De acuerdo con la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), más de la mitad de los españoles menores de 10 años ya tiene un smartphone y la cifra asciende a un 90% si hablamos de adolescentes de 14. El tener un móvil con conexión a internet no tiene porqué ser necesariamente un problema, pero urge vigilar.

Quizá ya lo has hecho en el pasado, pero debes tener en cuenta las actualización y otras formas ingeniosas que los niños encuentran para eludir los controles que puedas haber habilitado, especialmente cuando se reencuentren con sus compañeros y compartan nuevos conocimientos.

10. Ten una conversación seria sobre el acoso escolar

La seguridad en la escuela no es solo responsabilidad de docentes y directivo, sino también de los padres. Porque el acoso escolar es un problema real y con tendencia al alza, cumple a los padres sentarse con sus hijos y hablar de forma franca y abierta sobre lo que puede pasar y como reaccionar.

Explicar la necesidad de tener una buena actitud, respetar a los demás, no tener recelo, no dejarse llevar por mentalidades de grupo y, sobre todo, denunciar comportamientos intimidatorios a un adulto de confianza, puede marcar la diferencia a la hora de evitar que tus hijos sean víctimas, agresores o cómplices por omisión de acoso escolar.

11. Interésate por su actividad social

Un nuevo curso es siempre algo nuevo, aunque se mantengan el cole, la clase o los profesores. Un verano cambia muchas cosas y hay que estar atento a lo que esos cambios puedan traer en las relaciones sociales de los niños – más cuando hay cambios radicales como, por ejemplo, ingresar en una nueva etapa escolar.

Mantener contacto con los demás padres (o conocer a los nuevos cuyos hijos compartirán clase y cole con los tuyos) es buena idea y también ayuda a tus hijos a ampliar y cuidar de sus propios círculos sociales. Estar presente en cualquier evento colectivo promovido por el colegio es una buena forma de hacerlo. Si esta no es una posibilidad, ¿por qué no tomar la iniciativa y promover el tuyo?

12. Refresca tus habilidades

Los deberes no siempre son divertidos. Sin embargo, el verano suele dejar a los niños menos preparados para la rutina diaria de los tareas y puede que necesiten un poco de ayuda extra. No está mal prepararse para darles ese apoyo echando un vistazo a los nuevos libros de texto y probando un par de ejercicios para que todo sea más fácil.