Por Dra. Lea Sulmont Haak

Hoy vivimos conectados desde cualquier lugar y en cualquier momento. Vivimos en un estado de hiperconexión a través de diferentes dispositivos y envueltos en una nueva exigencia social, tecnológica y de comunicación. La hiperconectidad satisface una necesidad creciente de permanecer visibles y comunicados para interactuar con otros. Sin embargo, cuando el consumo de medios digitales y de las redes sociales se vuelve excesivo, puede representar riesgos para nuestra salud.

A partir de la pandemia y la educación remota, se ha incrementado el consumo de contenidos digitales a través de diferentes plataformas, en especial en una población de niños, niñas y adolescentes, quienes aún no cuentan con los recursos personales para ejercer una autorregulación efectiva del tiempo que pasan frente a las pantallas. Con el retorno a la educación presencial, diversos países vienen ensayando formas de controlar el acceso a los celulares en la escuela. Por un lado, prohibiendo su uso o, en otros casos, limitándolo a ciertos espacios. Lo que es cierto es que, tanto en el ámbito educativo como en otras esferas de la vida, necesitamos encontrar un balance en un entorno altamente hiperconectado.

Bienestar digital en la educación

El concepto de bienestar digital ha sido incluido dentro de la competencia digital docente desde el INTEF (2017) considerando los desafíos que enfrentamos en entornos formativos híbridos y en atención principal a los efectos de las tecnologías en nuestra salud. Una de las cinco áreas de la competencia digital planteada en dicho marco está dedicada a la seguridad y a la protección de la salud, que en su nivel avanzado busca la toma de conciencia sobre el uso correcto de las tecnologías para evitar problemas de salud. Además, lograr un buen equilibrio entre el mundo en línea y el mundo tradicional.

Es importante entender que el tema de la salud digital no se refiere a cómo usamos la tecnología, sino que implica una reflexión más profunda sobre cómo habilitar entornos centrados en la persona, sus potenciales y sus propósitos. Por ello, en la educación es importante respetar la etapa de desarrollo de los aprendices para explotar los beneficios de las TIC con propósitos formativos y desarrollar estrategias de prevención, para mitigar los efectos negativos de su uso.

El uso de las TIC en primera infancia y en la adolescencia

Las tabletas y smartphones se han convertido en los chupones de las nuevas generaciones. Controlar la información, las aplicaciones, los juegos, etc. a los que acceden nuestros hijos puede convertirse en una tarea a tiempo completo (Sulmont, 2016). La tecnología en sí misma no es la causa de una adicción, sino más bien es consecuencia de las condiciones del entorno donde se desenvuelve el niño.

Las principales sociedades de pediatría – American Academy of Pediatric (2016) como por la Canadian Pediatric Society (2017) o la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (2017)- reportan impactos negativos en la salud en niños menores de edad, como consecuencia de la sobre exposición a las redes. Destacan problemas referidos al sueño, obesidad, desarrollo psicomotor y lenguaje, apego, desarrollo emocional y del comportamiento (manejo de las frustraciones), atención, concentración y memoria (TDAH), abuso y adicción. (Terán, 2019, p 138).

Por otro lado, en la adolescencia los altos niveles de uso de las TIC se relacionan con una mayor posibilidad de generar adicciones por el dominio de las redes y por una tendencia natural a la búsqueda de sensaciones nuevas. Castells, en el 2009 señalaba que esta generación digital tiene mayores probabilidades de desarrollar una dependencia en el contexto de las redes sociales donde satisfacen necesidades propias de la edad como pertenecer a un grupo, comunicación permanente con amigos, ser notorio e influyente y afianzar la identidad personal como la grupal.

Por su parte, las investigaciones de Jean Tween sobre las primeras generaciones – iGen– que crecieron con teléfonos móviles, revelan patrones de comportamiento preocupantes. Entre 2010 y 2020 el tiempo que pasan jóvenes con sus familias o amigos ha disminuido radicalmente y, en cambio, ha aumentado drásticamente el tiempo que pasan frente a una pantalla.

El bienestar digital se ejercita

La toma de conciencia es el primer paso para trabajar el bienestar digital en la educación. El concepto abarca muchas dimensiones como lo físico, lo psicológico, el marco parental y el marco social. Por ello, las acciones que se implementen al respecto no solo conciernen a las escuelas, sino a las familias y a la sociedad en general.

A continuación, proponemos tomar conciencia sobre dos aspectos que pueden trabajarse en la escuela: el cuerpo y las emociones.

El impacto del uso de las TIC en mi cuerpo

Visualiza todos los movimientos que realizas con un dispositivo (móvil, tableta u ordenador) al escribir, dibujar, editar, realizar videoconferencias, escuchar música, grabar, jugar, etc. ¿Qué partes de tu cuerpo movilizas? ¿Qué postura adopta tu espalda, tus hombros, tus codos, caderas, etc.? ¿Dónde sueles usar un dispositivo móvil?

En estas interacciones solemos adoptar posturas inadecuadas y por tiempos prolongados que exponen a nuestro cuerpo, particularmente a la columna y extremidades superiores, a sufrir lesiones. Entre estas lesiones que se ocasionan por trabajos repetitivos, malas posturas o el uso de elementos inadecuados, es el Síndrome del Túnel Carpiano el más difundido en los últimos años. López-García (2020) resalta la aparición de Trastornos de Trauma Acumulativo (TTA), que se manifiestan en lesiones de los músculos, tendones y nervios que se caracterizan por producir dolores fuertes en las extremidades, el cuello y la espalda, y que se generan por realizar tareas repetitivas o adoptar mala postura por períodos de tiempo prolongados. Los movimientos que ejecutamos se transforman rápidamente en hábitos.

Estos malos hábitos posturales refuerzan un estilo de vida sedentaria, con consecuencias para nuestra salud física. Esto es especialmente grave en términos de la motricidad y desarrollo del sistema esquelético-muscular cuando se expone a infantes de manera temprana a dispositivos digitales.

Por ello, es importante crear mejores condiciones en el espacio e interacción con las tecnologías. Revisa algunos consejos para cuidar en la escuela y en casa algunos de los factores ambientales: como el ruido, la iluminación o la superficie de trabajo (la distancia, la posición de la pantalla, el uso de periféricos, el mobiliario, etc.).

Recursos para tomar acción:
➤ Revisa algunas recomendaciones ergonómicas que mejorarán tu rendimiento y te ayudarán a prevenir la fatiga visual.
➤ Toma en cuenta 4 consejos para elegir mejores periféricos para el trabajo y el estudio.
➤ Considera algunos aspectos para organizar el mobiliario de estudio.
➤ Visita el portal Ergológico para elegir un reposapiés.
➤ Finalmente, reaprende a interactuar con un ordenador, desde una posición sentada, de la mano de especialistas en Fisioterapia online.

El impacto del uso de las TIC en mis emociones

Una persona con habilidades emocionales y sociales conoce y autorregula sus emociones e interpreta los estados de ánimo de los demás. Esto le permite manejarse mejor en diferentes contextos, mejorando su calidad de vida.

“Las habilidades sociales son un recurso especial para la protección y promoción de la salud, debido a que las conductas sociales positivas benefician la adaptación, la interacción con el otro, los reforzadores positivos y el estado de bienestar”.

Lacunza, 2010, p.99

Gerónimo y De la Villa (2017, p. 134) analizan a través de una exhaustiva revisión bibliográfica dos variables psicológicas: la autoestima y las habilidades sociales con el uso problemático de las redes sociales e Internet. Los resultados reflejan que:

  • El uso compulsivo de las redes sociales disminuye la autoestima de la persona y, por otro lado, la propia exposición a estas plataformas la aumenta.
  • El déficit de habilidades sociales conduce a una preferencia por la interacción social virtual dando lugar a un uso compulsivo de redes, especialmente en personas con ansiedad social.
  • Las dificultades en el manejo del estrés y los desajustes en habilidades comunicativas predicen mayores usos problemáticos de Internet relacionados con hábitos compulsivos, problemas de autorregulación del control y conflictos por los sentimientos generados.

La dependencia a estos dispositivos tecnológicos y la falta de autorregulación sobre el tiempo y los propósitos de uso indican que se están generando una verdadera adicción o dependencia hacia estos dispositivos. Si no se corrigen a tiempo los hábitos incorrectos pueden convertirse en adicciones que acarrean consecuencias graves para la salud.

➤ Prueba saber si eres adicto a las tecnologías con este test.

Estrategias de prevención

La mejor modalidad para ayudar es la prevención. Como educadores podemos orientar el tratamiento preventivo en cinco áreas (Terán, 2019, p. 138):

Elaboración propia a partir de (Terán, 2019, p. 138)
ÁreaImportanciaRecomendaciones
TiempoEl control sobre el tiempo de uso es fundamental para evitar crear malos “hábitos”.▸Crear horarios consensuados y balanceados con los estudiantes.
▸Crear recordatorios para el cumplimiento de actividades y pausas activas.
▸Evitar usar las TIC en tiempos de descanso. Preferir actividades físicas y de interacción social.
PrivacidadLos datos personales son parte de nuestra identidad digital y es importante tomar conciencia sobre temas de seguridad, para evitar riesgos al compartirlos.Recomendar pautas de seguridad:
▸Evitar y rechazar el contacto con desconocidos.
▸Evitar dar datos de filiación.
▸Controlar y restringir acceso al perfil personal solo a conocidos.
▸Evitar descargar archivos o programas sospechosos.
▸Enseñar y apoyar en denunciar cualquier forma de abuso, chantaje y violencia en redes.
ContenidosLa adecuada selección de contenidos debe permitir minimizar situaciones de riesgo de su uso.▸Curar contenidos, páginas, videos, juegos, multimedia, etc. adaptados a la edad.
▸Proponer programas para filtrar contenidos nocivos: violencia, pornografía, etc.
FamiliaEstablecer pautas consensuadas y compartidas con la familia o cuidadores de los niños/as y jóvenes. ▸Ayudar a organizar el espacio de trabajo del estudiante.
▸Mantener contraseñas compartidas con los cuidadores, especialmente con las aplicaciones y plataformas que se usan con niños y púberes.
▸Alentar actividades al aire libre, la comunicación oral y el movimiento.
▸Alentar a pedir ayuda con prontitud a las personas de confianza.
SujetoEl desarrollo de habilidades de autorregulación personal es un proceso que se construye desde la niñez, con base a principios y hábitos consistentes.▸Ayudar a que el estudiante autorregule sus prácticas digitales, con sentido crítico y asumiendo compromisos de acuerdo a su edad.
▸Equipar con estrategias de reporte y apps para el control del tiempo frente a las pantallas.
▸Desarrollar competencias de alfabetización informacional y mediática.
Tabla 1. Elaboración propia autora

La intervención en estas áreas debe poner énfasis en promover habilidades socioemocionales conjuntamente a las habilidades digitales.

Ruta de cuidado

Para ayudar a implementar estas estrategias en rutinas personales de cuidado, tanto de estudiantes como de docentes, te sugerimos tomar en cuenta cuatro pasos:

1. Obsérvate y toma conciencia

Por ejemplo, reconoce cuánto tiempo pasas frente a la pantalla y qué tipo de aplicativos usas. Los dispositivos móviles ofrecen estas estadísticas de manera inmediata y reveladora. Observa los resultados.

Otra área importante es reconocer los hábitos posturales que está adoptando tu cuerpo en la interacción con los dispositivos digitales.

  • Un ejercicio muy revelador es filmarte frente a la pantalla. Obsérvate con detenimiento cómo es la posición de tu espalda, el alineamiento de tus hombros, cuello, etc.
  • Identifica las zonas de dolor, fastidio o donde sueles acumular tensiones.
  • Observa los momentos específicos del día en los que aparecen las molestias.
  • Reconoce la intensidad de las molestias usando una escala del 1 al 10.
  • Registra estas observaciones por un período mínimo de 2 semanas para encontrar relaciones entre algunas actividades, con qué frecuencias y las molestias encontradas.

2. Decide tu meta

Identifica aquellos comportamientos o hábitos que necesitas o quieres modificar y establece pequeñas metas concretas y viables.

Por ejemplo: si quiero limitar el tiempo de exposición continuo frente a la pantalla me pongo como meta hacer pausas cada 25 minutos. Prueba esta App para usar la técnica de Pomodoro para limitar tu tiempo.

3. Organiza tu espacio y recursos

Identifica oportunidades de mejora para tener una mejor iluminación, mobiliario adaptado a cada uno, periféricos adecuados para la tarea, etc. Implementa mejoras progresivas en tu espacio. Haz pruebas y registra el impacto de estos cambios.

4. Implementa actividades para cambiar los malos hábitos según tu meta

Planifica tus actividades. Fija pausas de trabajo para hacer ejercicios de estiramiento y relajación corporal, ejercicios de descanso y relajación de la vista.

➤ En el siguiente Padlet, he curado recursos sobre bienestar digital para ayudarte a organizar tu ruta de bienestar.

En búsqueda del balance digital

Liz Kline, vicepresidenta de Common Sense, cuenta que en el 2019, antes de la pandemia, lanzó la campaña «Encontramos equilibrio en nuestras vidas digitales«, escribiéndola intencionalmente en primera persona del plural. El desafío era lograr una relación saludable con la tecnología, que no se resuelve si una persona hace un cambio, sino solo podemos lograrlo si miramos de cerca a quienes esperamos ser en la escuela, en casa y en el mundo.

También, es importante mencionar que toda la carga de administrar el equilibrio de los medios no debe ser asumida exclusivamente por las personas que miran la pantalla. La industria tecnológica y nuestros responsables políticos tienen un papel clave que desempeñar para hacer que la tecnología sea más saludable para todos.

Finalmente, creo que desde la educación se debe poner mayor énfasis en el cuidado integral del ser humano, que hoy también pasa por el factor digital. Por ello, una de las competencias más importantes a priorizar en la escuela es el “cuidado”, que pasa por aprender a cuidarse a uno mismo, aprender a cuidar al otro y cuidar el entorno donde vivimos.

Sobre la autora

Lea Sulmont es educadora y consultora senior experta en ecosistemas digitales de aprendizajes, innovación educativa y desarrollo docente. Ha sido creadora de la Dirección de UPC Online y de la Carrera de Educación y Gestión del Aprendizaje de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, en donde se desempeña como docente del pregrado y postgrado. Actualmente es asesora pedagógica de Fundación Telefónica y bloguera de la comunidad de Educared (Qué tal si) y de Tinkuy Marka Academy, proyecto educativo afiliado a la red ACTON Academy. Es miembro del Consejo Asesor en Perú de la Universidad Internacional de la Rioja- UNIR (España). Ha sido consejera del Consejo Nacional de la Educación del Perú (2016-2020), participando en la elaboración del Proyecto Educativo Nacional al 2036.

Lea es doctora en Ciencias de la Educación y magister en Dispositivos de Formación Abierta y a Distancia por la Universidad de Universidad de Ciencias y Tecnología de Lille (USTL), Francia. Cuenta con un Máster en Gerencia y Administración, otorgado por la EOI de España, un Diplomado de Especialización Gerencial – DEG en Gerencia y Administración por la Escuela de Postgrado de la UPC Y un Diploma General de Estudios Universitarios en Psicología. Universidad Charles de Gaulle- Lille 3, Francia. Es Licenciada en Educación, con especialidad en educación secundaria, Historia y Geografía por la Pontificia Universidad Católica del Perú

Mail: lsulmont@gmail.com
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/leasulmonthaak/
Blog: https://educared.fundaciontelefonica.com.pe/que-tal-si/

Enlaces del artículo/fuentes

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  • Beckett, Tracy (2021) Consejos para el desarrollo digital balanceado (Blog del ISTE) Disponible en:
  • https://www.iste.org/es/explore/digital-citizenship/3-tips-balanced-digital-wellness
  • Cliff, D. ; Howard, J.; Radesky, S; McNeill, J & Vella, S. (2018) “Early Childhood Media Exposure and Self-Regulation: Bidirectional Longitudinal Associations” Acad Pediatr, vol. 18, no. 7, pp. 813–819, Oct. 2018.
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