Científicos, filósofos, pedagogos y profesionales de otras disciplinas unidos por un denominador común: una visión creativa e innovadora, que les ha permitido ver más allá de las normas y modelos establecidos. Y que han impulsado nuevas formas de entender la docencia, la relación entre maestros y alumnos y el propio concepto de enseñanza.

Acompáñanos en este pequeño paseo por la historia de la educación para descubrir a algunas de las figuras más importantes que han marcado un antes y un después en la enseñanza.

Sócrates: filosofía para entender el mundo

Este filósofo ateniense es imprescindible para comprender la historia de la educación y el pensamiento occidental. Sócrates impulsa una nueva forma de conocimiento, partiendo de la conciencia de la propia ignorancia. Su mayéutica nos muestra una forma de aprendizaje, en la que el propio individuo descubre sus propias verdades a partir de la dialéctica. Un genio adelantado a su tiempo, que nos enseñó a buscar en nuestro interior las respuestas a los grandes misterios del mundo. Su discípulo Platón fue el fundador de la Academia de Atenas, la primera gran institución de educación superior de Europa.

José de Calasanz: los primeros pasos de la escuela pública

Este sacerdote oscense que vivió en el siglo XVI es considerado el precursor de la pedagogía moderna y uno de los grandes precursores de la educación pública gratuita. Maestro vocacional, Calasanz defendía la idea de una escuela gratuita abierta a todos los niños. Un proyecto que las autoridades eclesiásticas del momento consideraron demasiado utópico. Sin embargo, en 1597 fundó la escuela de Santa Dorotea en el barrio romano de Trastévere, la primera escuela pública gratuita europea. Luego, en 1617 abrían sus puertas las Escuelas Pías en la ciudad de Frascati.

John Locke: el método empírico

Pedagogo, filósofo y médico inglés, es considerado además uno de los padres del liberalismo. Para John Locke, la experiencia es la fuente -y límite- de todo conocimiento humano. El pensamiento de Locke supone un cambio significativo respecto al modelo cartesiano, en el que la lógica constituye el principio fundamental del pensamiento racional.

Jean-Jacques Rousseau: los orígenes de la pedagogía moderna

Rousseau fue uno de los personajes destacados de la época de la Ilustración. Además, estuvo relacionado con importantes hechos históricos como la Guerra de Independencia norteamericana de 1776 o la Revolución Francesa de 1789. En su obra ‘Emilio’ nos habla de la importancia de la educación para formar ciudadanos libres, con una pedagogía adaptada a los tiempos modernos que criticaba el modelo imperante, basado en la disciplina. Por primera vez, es el proceso educativo el que debe adaptarse a la naturaleza del niño y no al revés, adaptando la enseñanza a las diferentes etapas de su desarrollo.

María Montessori: educación como un juego

Junto a Jean Piaget, Montessori reivindicó el papel del juego dentro del aprendizaje. Pedagoga, científica, psiquiatra, filósofa, antropóloga, bióloga y primera mujer italiana licenciada como doctora en medicina. Una mujer polifacética que sin duda ha dejado una huella imborrable en la historia de la educación. Su método didáctico está enfocado a estimular el potencial físico e intelectual desde el amor y la libertad del niño. Este sistema recoge los principios definidos por el romántico alemán Friedrich Fröbel, creador de la educación preescolar y el concepto de ‘jardín de infancia’.

Howard Gardner: teoría de las Inteligencias Múltiples

Hasta el momento, los modelos educativos medían sus resultados mediante pruebas estandarizadas, como cuestionarios o test psicológicos, a través de los que obtener el Coeficiente Intelectual individual. Psicólogo y profesor en la Universidad de Harvard, Gardner desafía esta forma de evaluar la inteligencia y centra sus estudios en un nuevo modelo: la Teoría de las Inteligencias Múltiples. De esta manera, nace una nueva forma de educación mucho más personalizada, centrada en el alumno y sus circunstancias particulares.

Daniel Goleman: inteligencia emocional

Si hasta este momento la razón y la experiencia habían sido los grandes ejes de la educación, con Daniel Goleman se introduce un tercer elemento imprescindible para comprender el proceso de aprendizaje: la inteligencia emocional. La capacidad para gestionar las emociones es un aspecto clave para el desarrollo cognitivo. La obra ‘Inteligencia emocional’ de Goleman, publicada en 1995, popularizó un término que siempre ha estado presente en la historia de la psicología, con defensores como Edward. L. Thorndike, David Wechsler o Wayne Payne.

Salman Khan: aprendizaje virtual

Este profesor, informático, ingeniero y matemático estadounidense de ascendencia india es uno de los grandes precursores del aprendizaje virtual. Licenciado en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, este apasionado de la pedagogía virtual ha convencido a personajes tan influyentes como Bill Gates o Carlos Slim. Su Academia Khan ofrece una nueva forma de educación gratuita que ha revolucionado el panorama de la educación mundial, abriendo las puertas a un modelo globalizado que permite un intercambio de conocimientos mucho más solidario, capaz de superar cualquier barrera geográfica.

Andria Zafirakou: el poder del arte

Esta maestra del Reino Unido ha sido la ganadora del Global Teacher Prize 2018, considerado como el Nobel de la educación. Zafirakou es profesora de artes y textiles en la Alperton Community School de Brent, en Londres, uno de los enclaves con mayor diversidad étnica del país. Su labor es un ejemplo de los buenos resultados que pueden conseguirse abordando la educación de una forma creativa, tratando de comprender la realidad de sus alumnos, en muchos casos marcada por la escasez de recursos económicos o problemáticas sociales como la violencia de pandillas.

Con ella, concluimos este recorrido por la historia de la educación, inmersa hoy en un profundo proceso de transformación, con nuevos modelos de aprendizaje nacidos al amparo de Internet y la revolución digital. En nuestras manos queda ahora superar emocionantes desafíos, como la educación inclusiva o el desarrollo de modelos capaces de superar barreras geográficas o económicas. Una educación para todos, en la que cada individuo tiene algo que aportar.