Hace cuatro días cambiabas pañales y, sin darte apenas cuenta, estás preparando la mochila para que tu pequeño enfrente el primer día de cole. Los sentimientos se entremezclan en una combinación de nostalgia y emoción que, quienes guardan en la memoria el recuerdo de esa primera jornada escolar, vivirán como si, de pronto, volvieran a la más tierna infancia. Y es que la aventura es compartida. Padres e hijos son cómplices en ese caminar aunque, sobre todo, en lo que respecta a la elección del colegio, los primeros juegan un papel más importante.

Sin embargo, algo ha cambiado. El hecho de abordar la tarea desde la perspectiva de la paternidad proporciona un punto de vista diferente pero es que, además, la realidad en las aulas tiene poco que ver con lo que recordabas. La oferta se ha multiplicado, reinventado y reformado tanto que, aunque en apariencia sigas viendo las instalaciones de tu viejo centro escolar, en su interior el universo ha sufrido una profunda transformación (o no) como resultado de años de investigación, compromiso e innovación que, en no pocas ocasiones, llevan la firma de docentes inquietos, con nombre propio, que sienten con auténtica pasión el ejercicio de su profesión.

¿Enseñanza pública o privada? ¿Idiomas o nuevas tecnologías? ¿Con o sin comedor? ¿Religioso o laico? Seguro que si en algún momento has enfrentado la tarea de elegir colegio para tus hijos (o la perspectiva de hacerlo se atisba en el horizonte) te reconocerás en estas y otras muchas cuestiones. ¿Cómo saber si has hecho una elección acertada? ¿Qué criterios deben primar a la hora de elegir el colegio de los hijos? La decisión es tan particular como complicada aunque hay algunas claves que pueden ayudarte a inclinar la balanza hacia una u otra opción.

 

¿Enseñanza pública o privada? ¿Idiomas o nuevas tecnologías? ¿Con o sin comedor? ¿Religioso o laico? Seguro que si en algún momento has enfrentado la tarea de elegir colegio para tus hijos te reconocerás en estas y otras muchas cuestiones.


1. El proyecto educativo. 

Atrás quedaron los años en los que las clases en los colegios se limitaban a una explicación magistral ante un auditorio con ratios que hoy escandalizarían a cualquier docente. La innovación se ha colado en las aulas y los modelos educativos son tan variados que, a la hora de elegir colegio, puedes sentirte abrumado. ¿Trabajar por proyectos? ¿Enseñanza bilingüe? ¿Lectoescritura? Las posibilidades son inmensas y conviene conocerlas para saber cuál encaja mejor con tu filosofía y la formación que quieres para tus hijos.
Asegurarse de que el proyecto educativo que arranca en infantil tiene continuidad en primaria o conocer al equipo docente del centro para corroborar que se trata de un engranaje que funciona a la perfección, también inspirarán confianza.

2. Casa y cole: una relación armónica.

La coherencia será un factor a tener en cuenta a la hora de elegir el colegio para tus hijos. Más allá del proyecto educativo, ten presente que la escuela es, junto al hogar, uno de los pilares básicos de la formación de los pequeños y, en consecuencia, ambos escenarios deben ofrecer a tu hijo una visión similar, o al menos complementaria, del mundo. Por ejemplo, no tiene mucho sentido optar por un centro religioso si la familia es laica convencida o hacerlo por un colegio privado si la defensa de lo público es una prioridad en el hogar.

¿Trabajan la inteligencia emocional, aplican metodologías innovadoras, hay intercambios con otros centros, siguen las nuevas tendencias educativas? Son algunas cuestiones que pueden ayudarte a identificar los valores del colegio para hacer más fácil la decisión.

 

La coherencia será un factor a tener en cuenta a la hora de elegir el colegio para tus hijos. Más allá del proyecto educativo, ten presente que la escuela es, junto al hogar, uno de los pilares básicos de la formación de los pequeños

3. Las instalaciones.

Sin caer en el error de dejarse obnubilar por las instalaciones sin ahondar en el proyecto educativo o las metodologías empleadas en el centro, lo cierto es que hay que poner en valor la importancia de los espacios educativos. No es sólo que las diferentes aulas deban responder a las necesidades de los alumnos en términos de desarrollo sino que, como muchos expertos constatan, los espacios físicos afectan a las relaciones, el aprendizaje y la creatividad, especialmente en la escuela.

Saber si el colegio cuenta con un aula de psicomotricidad adaptada, una clase de música, una biblioteca o aula de nuevas tecnologías así como unas instalaciones deportivas apropiadas es interesante a la hora de elegir el colegio para tus hijos.

4. Atención a la diversidad.

Otra de las claves que puedes tener en cuenta es cómo se atiende la diversidad. Conocer el grado de integración que ofrece el centro educativo a través de la constatación de si existe o no aula TEA, si hay lugar en las aulas para alumnos con diversidad funcional o si el centro cuenta con apoyos te dará pistas al respecto. Apostar por un centro en el que la diversidad está presente es una manera de educar en el respeto a la integración y en valores como la tolerancia, la convivencia o la colaboración.

5. Mucho más que un centro educativo.

Un colegio tiene mucho que ofrecer tanto a los niños como a las propias familias y no está de más tenerlo presente a la hora de elegir. Además de cómo se trabaja en las clases o la filosofía del propio centro, cuestiones como si tiene o no comedor, la cercanía al centro (que facilitará la sociabilización de tus pequeños en el futuro), las actividades extraescolares que se ofertan, el papel del AMPA y la implicación de los padres o el perfil del alumnado pueden ayudarte a aclarar qué colegio es el más apropiado para tu hijo.

Del análisis y la valoración de los criterios anteriores podrás obtener una idea más o menos clara de qué tipo de centro estás buscando y, en consecuencia, hacer que la elección sea más sencilla. Sin embargo, no desaproveches la oportunidad de visitar distintos coles, recorrer sus aulas en compañía de quienes serán profesores de tus hijos e, incluso, padres que, como tú, buscan la mejor alternativa. Explora, conoce, pregunta y saca tus conclusiones porque ¿sabes qué? Quien mejor conoce las necesidades de tus hijos y puede decidir sobre su educación eres tú.