Casi el 50% de los estudiantes tienen problemas a la hora de discernir  y contrastar fuentes fiables de información. Para los docentes encuestados en el V Estudio sobre el uso de la tecnología en la educación de BlinkLearning, realizado a fines de 2019, este fue el principal déficit a la hora de utilizar la tecnología por parte del alumnado. 

El volumen de información disponible en Internet junto con la facilidad para publicar dicha información, sin que esta sea debidamente revisada por terceros, pone en evidencia el riesgo para los alumnos que, cada día más, utilizan exclusivamente fuentes online para completar sus tareas. En este artículo revisamos algunos conceptos básicos sobre seleccionar y contrastar fuentes, así como algunas estrategias para enseñar al alumnado la mejor forma de identificar y evitar fuentes, involuntaria o deliberadamente, equivocadas o engañosas.

Fuentes primarias vs. fuentes secundarias

Uno de los conceptos más importantes que los docentes deben transmitir a sus alumnos es la diferencia entre fuentes primarias y secundarias a la hora de estudiar y utilizarlas en sus proyectos.

Fuentes primarias

Las fuentes primarias son los registros originales de acontecimientos políticos, económicos, artísticos, científicos y sociales. Así como también pensamientos intelectuales reconocidos como tales y logros de períodos históricos específicos. Para que puedan considerarse realmente como fuentes primarias, estos registros deben ser producidos por personas que participaron y/o fueron testigos directos de dichos acontecimientos.

Algunos ejemplos de fuentes primarias son diarios, cartas, discursos, entrevistas, fotos, vídeos personales, etc. Las fuentes primarias ofrecen una variedad de puntos de vista y pueden encontrarse en cualquier lugar: desde un hogar familiar a un archivo oficial estatal de un país. El elemento clave de este tipo de fuentes es que su autor tenga experiencia de primera mano y debidamente certificada de un evento.

Las fuentes primarias deben ser producidas por personas que participaron o fueron testigos directos de los acontecimientos 

Fuentes secundarias

Las fuentes secundarias son necesariamente creadas por personas después de ocurridos los sucesos y, basándose en las fuentes primarias, suelen contener diferentes grados de interpretación dependiendo de las características, raciocinios y creencias específicas de sus autores. Ejemplos de fuentes secundarias incluyen libros de texto, ensayos, reportajes, artículos académicos, etc.

Que un alumno consiga distinguir entre los dos tipos de fuentes de forma clara es esencial pero no suficiente para garantizar la integridad de su trabajo. También debe saber contrastar las diferentes fuentes y pesar la fiabilidad de cada una de ellas. En este sentido, se debe animar a los alumnos a utilizar fuentes primarias por el grado de pureza de conocimiento que pueden ofrecer.


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Principales ventajas de la utilización de fuentes primarias

1. El manejo directo de objetos y registros asociados a un determinado suceso que estimula una exploración más profunda del contenido y una reflexión cuidada de su significado.

2. El análisis de las fuentes primarias ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico al examinar el significado, contexto y puntos de vista personales.

3. Utilizando fuentes primarias, los alumnos se dan cuenta de que la Historia se construye a través de una interpretación que refleja los puntos de vista e idiosincrasias de los que hacen esa interpretación.

El fenómeno fake news (noticias falsas)

El 2016 fue el año en que surgió en nuestro léxico un nuevo término colectivo: «fake news». Desde ese entonces, el fenómeno fake news es uno de los temas más debatidos en los medios de comunicación y las redes sociales.

Las noticias falsas consisten en información donde prima un contenido erróneo difundido a través de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales. Siguen una estructura y elementos periodísticos similares a las de una información veraz y el principal objetivo es la desinformación. 

Suelen ser producidas por internautas anónimos utilizando nombres ficticios y publicadas en páginas con nombres que emulan páginas web de medios reputados. Incluso, en algunos casos, plagian nombres de medios famosos (como ABCnews, Bloomberg o Washington Post) y los registran en otros dominios engañando así a miles de personas.

Muchas veces, estas noticias falsas consiguen difundirse aún más rápido que las informaciones veraces. Esto se debe a que las redes sociales son uno de los medios por los que las fake news se difunden con mayor rapidez. Facebook fue una de las plataformas más utilizadas a este efecto y eso obligó incluso la empresa a desarrollar tecnología para intentar solucionar su proliferación y limpiar un poco su reputación

Uno de los ejemplos más famosos es del estudio de cine 20th Century Fox. En un equivocado esfuerzo de marketing creó el ficticio Salt Lake City Guardian para promocionar su última película, La cura del bienestar. Destapada la trampa, el estudio pidió disculpas por el suceso pero el daño estaba hecho: durante la campaña presidencial que instaló a Donald Trump en la Casa Blanca, el Salt Lake City Guardian publicó numerosas noticias falsas sobre los dos candidatos.

Por otro lado, si los periódicos en papel están muriendo hace tiempo, también ahora la televisión e incluso las webs de noticias pierden audiencia cada día. En la era de la inmediatez noticiosa empujada por el creciente uso de las redes sociales como principal fuente de noticias, los medios debaten cómo hacer frente al fenómeno y recuperar la confianza de un público que coloca el grado de fiabilidad de los medios tradicionales en mínimos históricos. España tampoco es ajena al tema.

Buscar fuentes fiables para utilizar en clase

Cada vez más los alumnos están acostumbrados a buscar todos sus recursos en Internet. Por este motivo es importante explicarles que no todo lo que devuelve una búsqueda de Google es veraz. Que las fotografías no siempre reflejan la realidad o que ni siquiera una entrevista escrita reproduce siempre con exactitud las palabras del entrevistado.

La palabra clave del tema es introducir el concepto de duda y escepticismo constructivo. No se trata de coger todo este volumen gigantesco y nubloso de información con extremado cinismo, pero tampoco aceptarlo como verdad definitiva.


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Los llamados «nativos digitales» creen que dominan perfectamente la tecnología y que habrá muy poco o nada que los adultos podamos enseñarles en esta materia. Sin embargo, si se les habla de forma cercana y utilizando ejemplos prácticos y actuales, es posible transmitirles la importancia de buscar múltiples fuentes de información para entender un determinado suceso o evento. Así como contrastarlas para poder evaluar la veracidad y credibilidad de las mismas.

Si bien es verdad que ni siquiera los profesionales de los medios de comunicación están dando un buen ejemplo de buenas prácticas de investigación, nunca es tarde para preparar a las nuevas generaciones, con la esperanza de que consigan producir un cambio que devuelva credibilidad a lo que leemos, vemos y escuchamos todos los días.


Referencias