Redacción BlinkEdtech

El tiempo para compartir padre e hijos es esencial y primordial en el crecimiento de los niños, por lo que aprovecharlo al máximo es lo que la mayoría de los padres desea.

Convertir este espacio en un lugar de aprendizaje mutuo es una gran ventaja que trae beneficios tanto para los hijos como para los padres, quienes se permiten compartir conocimiento y aprender junto a sus pequeños.

El hábito de la lectura es quizás uno de los más enriquecedores para enseñar a los más pequeños de la casa, es una práctica que ayuda a relajar y a aprender a abordar los problemas desde un punto de vista más objetivo y con más tranquilidad. Además, es una de las actividades que se pueden realizar de manera grupal que trae grandes beneficios.

La lectura es una práctica que ayuda a relajar y a aprender a abordar los problemas desde un punto de vista más objetivo y con más tranquilidad

Desde que los niños están dentro de la barriga de sus madres hasta luego que nacen, se recomienda que los padres les lean pequeños cuentos que les ayudarán a identificar sus voces y comenzar a temprana edad un entendimiento de lengua y pensamientos. Durante el crecimiento, establecer esta actividad como un hábito puede traer increíbles beneficios que abarcan desde la conexión padre e hijo, hasta la mejora de la actividad compresora, la lengua, atención, niveles académicos y más.

Además, con esta actividad se puede lograr generar una conexión lectura-diversión, luchando contra la visión de muchos niños, en la actualidad, que ven este hábito como una obligación de estudio, asociándolo directamente al aburrimiento.


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