Gran protagonista de la última edición del Mobile World Congress, que se celebró el pasado febrero en Barcelona, la realidad virtual (RV) se asocia prácticamente de forma automática al mundo de los videojuegos, pero el ámbito de la educación es un campo del que se espera se convierta en referencia en el desarrollo de experiencias y aplicaciones de realidad virtual.

Si bien es cierto que, actualmente, la realidad virtual no disfruta del mismo nivel de integración en las escuelas que los ordenadores o las tablets, se espera que en un futuro el desarrollo tecnológico la convierta en una realidad accesible para centros educativos y alumnos, en una herramienta educativa con una presencia en el aula que vaya más allá de un uso puntual.

Se espera que la realidad virtual se convierta en una herramienta educativa plenamente integrada en el aula.

Ese viaje hacia lo virtual parece un trayecto lógico si tenemos en cuenta que las generaciones más jóvenes, los llamados nativos digitales, piensan en términos visuales y tecnológicos. Hablamos de niños, adolescentes y adultos jóvenes que han tenido un fácil acceso a las nuevas tecnologías y que están acostumbrados a buscar y explorar información a través de estas herramientas. La educación se está adaptando a las habilidades digitales de los estudiantes del siglo XXI.

Pero la RV es en realidad una novedad no tan nueva, pues ya en la década de 1990 compañías como Sega o Nintendo dieron, sin demasiado éxito, los primeros pasos en el campo de la realidad virtual aplicada a los videojuegos desarrollando sus propios modelos de gafas 3D (podéis saber más pinchando aquí).


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Realidad Virtual: ¿cómo puede mejorar la educación?

1) Potencia la curiosidad, la creatividad y la imaginación

Situando al estudiante en el escenario de la acción, permitiéndole acercase a ella desde una nueva perspectiva, se promueve el aprendizaje por exploración y descubrimiento, por interacción con los elementos que componen el espacio virtual

2) Facilita el tratamiento de temas complejos o abstractos

Directamente ligado con el punto anterior, la realidad virtual permite que los estudiantes aprendan haciendo. No es casual que una de las primeras aplicaciones de la RV fuera la creación de simuladores de entrenamiento para personal médico militar. También podemos destacar el desarrollo de simuladores quirúrgicos destinados a la formación médica. Enfrentar al alumno a situaciones complejas o abstractas le permite experimentarlas, evaluarlas y tomar decisiones

3) Supera las barreras espacio-temporales

La realidad virtual permite situarse en escenarios y épocas que de otra forma sería muy difícil explorar. Así, por ejemplos, gracias a las recreaciones virtuales podríamos trasladas a los alumnos a la España del Quijote. Incluso podríamos ofrecerles la posibilidad de explorar dichos espacios en 360 grados, dependiendo de cómo haya sido diseñada y desarrollada la experiencia virtual.

4) Impulsa la empatía

La realidad virtual facilita el aprendizaje por experiencia, por esa sensación de presencia, de “estar ahí”. Esa posibilidad de explorar escenarios reales nos permite no solo trasladarnos a otros escenarios, sino ponernos en el lugar de otra persona y experimentar lo que ella experimenta.

5) Fomenta el trabajo colaborativo

Relacionado con lo anterior, la realidad virtual abre nuevos caminos para el trabajo colaborativo, pues permite acercar y conectar a personas situadas en diferentes puntos geográficos para buscar de forma conjunta soluciones a problemas reales.

Os dejamos un interesante vídeo sobre qué debemos tenemos en cuenta a la hora de desarrollar una experiencia de realidad virtual y cómo puede ayudar a la educación.


Referencias